lunes, 8 de marzo de 2010

El Puerco Espín



Durante la era glacial , muchos animales morían por causa de frío. Los
puercos Espìn, percibieron esta situación,acordaron vivir en grupo, así se daban abrigo y se protegían mutuamente.

Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que le brindaban calor, y por eso se separaron unos de otros. Pero volvieron a sentir frío y tuvieron que tomar una decisión, o desaparecían de la faz de la tierra o aceptaban las espinas de sus vecinos, con sabiduría, decidieron volver a vivir juntos.

Aprendieron así a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy
cercana podía ocasionar, porque lo que realmente era importante era el calor del otro.

Sobrevivieron!!!!!

Moraleja:
La mejor relación no es aquella que une personas perfectas, es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos propios.

saludos....

Colaboración de Yazaka Allahu Jeiran
abuomar




As-salaamu alaikum,

En la literatura árabe, hay muchas historias simbólicas sobre lo
animales, que enseñan buenas lecciones de sabiduría. Una de ellas es
sobre el alacrán y la tortuga. Dice una versión famosa de esta
historia:

Un día un alacrán le pidió a una tortuga llevarlo a la otra orilla del
río. La tortuga le contestó: "¿Estás loco? Me vas a picar si te
permito subir en mi espalda!"
Le dijo el alacrán: No te perocupes, No lo voy a hacer, porque si lo
hago, ambos tú y yo nos vamos a ahogar.

La tortuga aceptó, y hicieron un acuerdo: que el alacrán no le iba a
picar, y que ella a ir flotando en el río sin sumergirse totalmente, y
así ambos llegarian seguros a la otra orilla. Pero en el medio del
río, el alacrán la picó. Le preguntó la tortuga, "¿por qué me picaste,
si me dijiste que no lo harías?"

Contestó el alacrán: "Perdoname, es que es de mi naturaleza picar."

En este momento la tortuga se sumergió en el agua, tirando el
alacrán, y mientras este se estaba ahogando, le preguntó a la tortuga:
"¿por qué si prometiste llevarme seguro a la otra orilla?"

Le contestó: "Perdoname, es que es de mi naturaleza hacerlo."

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Moraleja:
Nunca confiar en la gente cuya naturaleza es como la de los alacranes,
digan lo que digan.

Colaboración de Mudar Abdulghani